CUESTIÓN DE COHERENCIA

DESDE BORMUJOS, aunque más bien debería decir en Bormujos, he asistido hoy al acto de constitución del nuevo Ayuntamiento, y me ha llamado poderosamente la atención, el texto del juramento o promesa que es necesario formular antes de acceder al cargo: "Juro o prometo ( a elegir) por mi conciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo de CONCEJAL, con lealtad al Rey, y de guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado".

A tenor de la literalidad de esta fórmula, se le impide a los republicanos acceder al desempeño de este cargo, so pena de incurrir en perjurio, dado que se exige jurar lealtad al Rey. ¿Es esto coherente con las libertades democráticas?

Asimismo, la intervención del ex alcalde D. Baldomero Gaviño, durante la que en un gesto que le honra, ha alabado la actitud del concejal electo por su grupo, D. José María Ruiz, quien disconforme con el pacto que se pretendía formalizar con el PSOE, ha tenido la gallardía tan poco frecuente de dimitir, renunciando a su acta de concejal, para no imposibilitar la firma de tal pacto, permitiendo así que accediera al cargo el siguiente candidato de la lista de su partido.

Se ha referido también en términos elogiosos, a similar comportamiento de la edil Dª Salud Minchón miembro de la anterior Corporación, que dimitió por disconformidad con el pacto entre su propio partido y el PP.

En ambos casos, ha destacado la lealtad hacia el partido bajo cuyas siglas fueron elegidos, no permitiendo que sus convicciones personales, impidieran la firma o cumplimiento de un acuerdo.

Seguidamente ha manifestado que en los últimos días ha mantenido conversaciones con los representantes del PSOE, durante las cuales han llegado prácticamente a un acuerdo, que permitiría la ejecución de un proyecto realmente ilusionante para Bormujos.

Pero… según ha dicho, le han asaltado dudas, recuerdos de situaciones pasadas, de enfrentamientos personales, y su subconsciente le ha llevado echar para atrás ese proyecto que él mismo ha calificado de ilusionante.

Y es el contenido de esta intervención el que hace que me sorprenda, pues si ha tenido el gesto de agradecer la honestidad y lealtad a sus principios de los ediles que ha mencionado, ¿no hubiese sido más coherente, que él mismo hubiera adoptado la misma postura, dimitiendo, para que sus personales sentimientos no impidieran el pacto que posibilitaría la realización de tan ilusionante proyecto?

No lo entiendo, salvo que en este caso pueda aplicarse la frase que he oído y leído, atribuida a Groucho Marx "Estos son mis principios, si no le gustan tengo otros". 

CONTRA CRISIS, DESPARASITACIÓN

DESDE BORMUJOS, iría a unirme a los acampados en cualquiera de las plazas principales de nuestras ciudades, y propondría unificar los diversos criterios reivindicativos, en este sólo: desparasitación masiva.

Sí, desparasitación, pues no creo que los problemas que han provocado esta crisis, tengan su origen en el sistema financiero, ni en los mercados, ni en la burbuja inmobiliaria, ni en ninguna otra cosa más que en los parásitos.

Me siento parasitado por tantos y tantos individuos camuflados en la clase política.

Admito que es necesaria la existencia de un gobierno central, pero no de otros 17 gobiernecitos que nos chupan la sangre; que nos parasitan.

Admito que es necesario un Congreso de Diputados, que legisle, compuesto por los representantes que elijamos, pero no es menos cierto que elegimos demasiados, que sobra más de la mitad, y esa mitad que sobra, nos parasita.

Además del Parlamento, existe otra cámara que es el Senado y que nadie sabe para qué sirve, salvo para parasitarnos (perdóneseme la redundancia).

Lo malo es que, además,  estos parásitos de primer orden, forman cual si liendres fueran, sucesivas camadas de nuevos parásitos, bajo la forma de otros  personajillos, (consejeros, asesores, secretarios, directores, etc., etc. etc.… y se me acabarían los etcéteras para enumerarlos.

Pero después de lo malo, llega lo peor, pues como si de una plaga se tratara, estos parásitos se extienden inventando empresas públicas, que dan cobijo a otros parásitos, que no caben ya dentro de los organismos oficiales, y la consecuencia de tanta y tan continuada succión, es que ya no nos queda sangre para abastecer tanto insano apetito, lo que provoca LA CRISIS.
 

LAS CAMPANAS DE MI PUEBLO

DESDE BORMUJOS, y con ocasión de que ya, (¡por fin!) pueden volver a oírse las campanas de mi pueblo, se me ocurre publicar estas mini memorias de un humilde monaguillo, aunque con comentarios relativos a la actualidad.

Se oyen las campanas, sí; pero se oyen en mi opinión, de diferente forma a la que antaño acostumbrábamos a oír en nuestro pueblo. Usos y costumbres que creo deberían recuperarse, pues también han de considerarse parte del legado cultural del pueblo, los distintos toques de campana propios de nuestra parroquia.

Ha sido un acierto el recuperar un toque como es el de Angelus a las doce del mediodía.

También se acostumbraba a tocar el de Ánimas a las nueve de la noche. Lástima que pasados más de cincuenta años desde que tuve la satisfacción de ser monaguillo de D. Aníbal González, no consiga recordar los sonidos del toque, pero sí que la cadencia de las campanas, hacía que se recordara algo así como a cuando se dobla a muertos.

Asimismo, al inicio de la jornada y antes de dar el primer toque de la misa diaria de 8, se tocaba oración, toque que también lamento no recordar cómo era.

El nuevo sistema implantado para tocar las campanas, ha conseguido mejorar de forma ostensible su sonido, particularmente cuando se da la triste circunstancia de dar a conocer el fallecimiento de un feligrés. Quizás no esté de más recordar que este toque que llamamos señal, varía en función del sexo del fallecido, sonando "tan, tin, blan, blan", si es hombre o "tin, tan, blan, blan" si es mujer.

Como curiosidad, recuerdo que existían horas habilitadas para que sonaran las campanas (de 8 a 12 de la mañana, y de 3 de la tarde a 9 de la noche), fuera de estas horas sólo se tocaban si era necesario hacerlo a rebato que consistía en tañer muy fuerte y rápido la campana grande (la "tan"). En una ocasión lo hice con motivo de un incendio. También eran excepciones a esta norma los actos propios de la liturgia de la Resurrección (cero horas del Domingo), procesión de los difuntos (se realizaba próxima la medianoche del día de Todos los Santos, desde la iglesia al cementerio), y Misa del Gallo (ahora no constituiría excepción porque hacemos cantar al gallo por la tarde).

Había otro período en el que no tocaban las campanas: el comprendido entre la finalización de los actos litúrgicos propios del Jueves Santo, y los del Domingo de Resurrección.

Se sustituían por la matraca, pero éste es un artilugio, del que hablaré en otra ocasión.

Cuando al principio digo que suenan de diferente forma a las de las costumbres y usos del pueblo, me refiero muy principalmente al uso y abuso del repique con campanas al vuelo en los toques mediante los que se convoca a los fieles a misa del domingo.

Los toques de llamada a actos litúrgicos ordinarios de la parroquia, consistían al igual que se hace ahora, en tocar con una cadencia normal la tan, pero sin repicar y mucho menos volteando las campanas.

Comprendo que se quiera amortizar el coste de la mecanización de las campanas, pero tampoco hay que pasarse.

El repique ordinario, se hacía en ocasiones extraordinarias como funciones principales de las Hermandades de gloria, este repique se ejecutaba tocando en sucesión y de forma muy acelerada, las dos campanas principales (tan y tin).

Y sólo en muy contadas ocasiones, como procesiones del Corpus, o de las imágenes titulares de las hermandades de Las Nieves y del Rosario, recibimiento de hermandades del Rocío, o acontecimientos como el nombramiento de nuevo Papa, se lanzaban las campanas al vuelo.

Hay cosas que cuesta trabajo comprender

Viendo la segunda imagen, como católico, me parece impúdica la ostentación de riqueza que puede verse en la primera (lavapiés por Benedicto XVI).

Si denunciar esto es demagogia, no me importa ser demagogo.

Hay cosas que cuesta trabajo comprender.